domingo, 13 de junio de 2021

Un libro sobre Hilario Camacho, la banda sonora de mi adolescencia. (Despedida).

 

Escuché a Hilario Camacho por primera vez en 1978. En  aquel tiempo tenía yo 15 años y estaba en 1º de BUP. Fue mi hermano quien trajo una cassette de Úbeda con el primer disco de Hilario: “A pesar de todo”. Esa cinta fue la música de mi adolescencia. Luego me compré los otros dos discos que Hilario tenía grabados hasta ese momento: “De paso” (1975) y “La estrella del alba” (1977). Los adolescentes tienden a mitificar la realidad, y mi ídolo era Hilario. Me sabía de memoria todas las canciones y aprendí a tocar muchas de ellas con la guitarra. Mi amigo Miguel, que dibujaba bastante bien, me hizo un poster con la portada del primer disco donde se veía a un Hilario hippie con su pelo rizado y con sus gafas que colgué en mi habitación ante la sorpresa y disgusto de mi madre, “menudo melenudo”. Yo quería ser como él. Tanta era mi devoción, que Miguel y yo nos presentamos con 16 años cada uno al Festival de música del Condado donde cantamos “María”, una canción de amor de Hilario Camacho, por supuesto.

Quiero aprovechar esta última entrada en el blog para despedirme hablando de un fabuloso libro sobre Hilario Camacho de Álvaro Alonso que, por cierto, es también Licenciado en Filosofía, como yo. Él nació en 1965, yo en mi 1964. Me imagino que lo que le ha llevado a escribir este maravilloso libro ha sido la misma pasión que yo tuve con la figura y música de Hilario. No me imagino lo que hubiera disfrutado si en aquel tiempo hubiera encontrado un libro como este, lleno de detalles sobre la vida de Hilario y sobre su música. Muchas gracias, Álvaro.

El próximo curso, Elisa se hace cargo de la biblioteca. Es una profesora joven, ilusionada y muy creativa que va a hacer de nuestra biblioteca un motivador espacio cultural. Suerte, Elisa.


 

jueves, 14 de enero de 2021

Cuentos de Navidad

 Julia Navajas de 3º ESO A y Francisco Fernández Tavira de 1º Bachillerato B fueron los ganadores del concurso de cuentos de navidad.



 

viernes, 18 de diciembre de 2020

Concurso de postales navideñas 2020

 Las profesoras Marian Catalán y Rosaura Martínez han organizado un concurso de postales de navidad para el alumnado de ESO.

Alicia Galdón Fernández (1º ESO B) y Celia Campos Tortosa (1º ESO A)


Andrés Ayllón Martínez (2º ESO B) y Lucía María Martínez Mañas (2º ESO A)


Nerea García Padilla (4º ESO B) y Patricia Rubio Rubio (4º ESO A)
 
 

 









viernes, 27 de noviembre de 2020

Poesía revelada

 Con motivo del Día contra la Violencia de Género, la profesora Adela Sola realizó con sus cursos de ESO esta interesante actividad de poesía revelada sobre textos de Emilia Pardo Bazán. Aquí está el resultado:






miércoles, 25 de noviembre de 2020

Otra silla vacía. Día Internacional contra la Violencia de Género

 Las profesoras Marina y Adela, coordinadoras de los Planes de Coeducación e igualdad y Forma Joven respectivamente, han organizado un concurso de relatos y microrrelatos para conmemorar este Día contra la violencia de género. Aquí podéis leer el relato ganador realizado por Nazaret Galdón Martínez de 3º ESO A.

OTRA SILLA VACÍA

Cuatro semanas, cuatro semanas me ha durado el bote de maquillaje esta vez. Récord. Normalmente el jodido botecito de maquillaje de Dior que cuesta ni más ni menos que 40,79 euros me dura
cuatro, pero meses. Ya no sé de qué forma tapar el color diferente que muestra mi piel en zonas concretas del cuerpo, aunque poco a poco se va unificando.
 

Llevo dos años con la persona que más quiero, no, he querido nunca, aunque esto no significa que sea el mejor trato, ni mucho menos. El problema está cuando no sabes distinguir dolor de felicidad. Yo me he dado cuenta ya, diría que a tiempo pero la verdad es que no,porque no sé cómo salir, no sé cómo salir de esta situación y cada vez veo más complicado hacerlo. Soporto el dolor físico, total, es lo mismo que recibir un golpe, una leche como se dice en mi pueblo, con un bate de béisbol, uno o varios.Pero lo inaguantable es la tortura psicológica que me crean las condiciones. Y él; él crea estas angustias y él es inaguantable, ambas cosas.

Escuchar como tu familia y amigos te preguntan sobre la ausencia de tu común sonrisa nunca es una conversación que puedas prever ni a la que sea fácil reaccionar, en ese momento yo simplemente pronuncié “Em… es que me encuentro mal”. Pero claro yo no me podría encontrar mal siempre, así mi madre me sugirió, aunque más que sugerencia fue un poco obligación, ir al médico. Mi chico,aunque más bien mi dueño, ya que yo era suya pero él no era de nadie, se enteró; no me dejó ir, no quería que nadie ajeno a la relación percatara los moratones que él me había creado o que se hicieran conscientes de mi estado mental. Aunque me molesté en estudiar psicología de forma autodidacta y me diagnostiqué un tipo de depresión llamada Distimia. Ojalá me hubiera equivocado.

Justo ahora que iba a salir a comprar el maquillaje, llega y me pregunta que qué hago; le respondo que voy a salir. Cuando me pregunta que dónde, yo no respondo. Todavía tengo la esperanza de que me quiere y no me apetece hacerle sentir mal contándole lo que iba a comprar y ,aún peor, para qué. Pero ese fue el mayor error de mi vida, porque ya no hubo más .En ese momento me tendría que haber dejado controlar y haberle contestado a la pregunta. No lo hice, y ese fue mi mayor desacierto.

Me lo volvió a preguntar, pero no me dio tiempo a responder. Ví como con las dos manos levantaba la silla roja que estaba en la entrada de nuestro piso y ni siquiera tuve la oportunidad de gritar. A lo mejor me hubiese escuchado algún vecino, era la hora de la siesta, siempre salía a esa hora para que no me viese nadie. Justo antes de que la silla me golpeara en la cabeza sentí una sensación: yo ya estaba muerta. Incluso antes de que esa silla me diese, llevaba así mucho tiempo, mi yo de siempre había fallecido.

Fue entonces cuando me levanté y le intenté plantar cara, busqué en mi interior todas las fuerzas que me habían faltado todos estos meses atrás. Aunque no fue suficiente. En esa silla roja yo no me pude sentar nunca más.

Nazaret Galdón Martínez

3º ESO (A)


También estos dos microrrelatos no están nada mal:

El safari (Ana Álamo, 2º ESO B)

Esto era una familia un domingo cualquiera. Después de comer estuvieron viendo álbumes ya que a la hija mayor le apetecía ver a sus papás de jóvenes. Empezó la mamá enseñando el suyo; pasaron y pasaron las fotos hasta que la hija vio una donde su madre estaba rasguñada por todo el cuerpo. La hija mayor le preguntó:

- Mamá, ¿por qué tenías rasguños por todo el cuerpo?

- Hija -responde la madre- yo con 20 años fui a un safari y un león me rasguñó todo el cuerpo, y gracias al guía turístico pude salir de ahí.

Si llega a pasar una semana más a mamá se la hubiera comido aquel león.



La violencia daña (Diego Pérez Algaba, 2º ESO B)

¿Qué le pasa a Roberto?, se preguntaban todos en clase. Roberto es alegre, le gusta hacer bromas, habla con todo el mundo y siempre está riendo.

Desde hace unos días se le nota triste, ya no ríe, está callado...

Cuando llega a casa y se sienta a la mesa, su padre sonríe, su madre baja la cabeza. No quiere que la vea llorar. Pero él lo sabe.

 

viernes, 30 de octubre de 2020

Un nuevo curso

Hola a todos de nuevo. Nuestra biblioteca os da la bienvenida a un nuevo curso bastante “especial” debido a la pandemia. Como ya sabéis, la necesidad de reestructurar los espacios disponibles del Centro ha hecho imposible que podáis acceder a la biblioteca ya que ha sido habilitada como segunda sala de profesores. Sin embargo, eso no supone ningún impedimento para que podáis seguir disfrutando de la lectura de sus fondos bibliográficos. Únicamente tenéis restringido el acceso a la sala, pero a través de Internet podéis consultar los libros disponibles e incluso reservar préstamos. El profesorado del equipo de apoyo se hará cargo de los préstamos. Cuando necesitéis algún libro, tendréis que dirigiros a ellos para que os lo consigan.


Esta canción de Amancio Prada y Chicho Sánchez Ferlosio me encanta. Es la musicalización de un poema de Agustín García Calvo sobre la muerte.